El Black Friday ha ganado popularidad como un día de compras intensivas, con establecimientos y grandes marcas ofreciendo descuentos aparentemente irresistibles. Sin embargo, detrás de la fachada de ofertas tentadoras, se esconde una dinámica que invita a la reflexión: ¿realmente obtenemos los descuentos que se promocionan?

«Por Redacción Madridcanalla»



En Madrid, al igual que en muchos lugares, la euforia del Black Friday impulsa a los consumidores a lanzarse en busca de gangas. No obstante, una percepción común entre los compradores es la sospecha de que los descuentos anunciados podrían no ser tan altos como se presentan. ¿Es acaso el 50% de descuento una realidad o simplemente una estrategia de marketing?

Uno de los puntos que suscita dudas es la práctica de algunas tiendas de elevar los precios antes del Black Friday para luego aplicar descuentos sustanciales, creando la ilusión de ofertas extraordinarias. Este fenómeno, conocido como «inflación de precios antes del descuento«, plantea interrogantes sobre la transparencia en las prácticas comerciales durante esta temporada.

Que no te la cuelen:

En este escenario, la clave para los consumidores es la precaución y el «cotilleo«. Antes de dejarse llevar por el frenesí de las compras, es esencial comparar precios. Utilizar herramientas en línea y aplicaciones que rastrean el historial de precios puede ayudar a discernir si el descuento es genuino o simplemente una artimaña para incentivar compras impulsivas, que no nos vean con cara de tontos/as.

Además, vale la pena señalar que no todos los descuentos son igualmente beneficiosos. Mientras que algunas ofertas pueden alcanzar el codiciado 50%, otras podrían limitarse al 10% o 20% en Madridcanalla creemos que estas últimas cifras es el descuento que la mayoría de comercios tanto físicos como digitales hacen. La categorización de los productos también desempeña un papel crucial: los descuentos en productos de alta demanda podrían ser más modestos que en artículos menos populares.

A pesar de estas consideraciones, el Black Friday sigue siendo una oportunidad para encontrar auténticos descuentos en una variedad de productos. Las estrategias sensatas incluyen la elaboración de listas de deseos con anticipación, la identificación de necesidades reales y la fijación de un presupuesto para evitar compras impulsivas.

La fuerte tendencia de comprar en línea:

Aunque Madrid es conocida por sus bulliciosas calles y comercios animados, el Black Friday ha presenciado una transformación notable en las preferencias de compra, otorgando a Internet el protagonismo en esta festividad de descuentos.

Plataformas de comercio electrónico, desde gigantes internacionales hasta pequeños negocios locales, participan activamente en esta fiebre de descuentos, ofreciendo una amplia gama de productos con atractivas rebajas.

Este cambio hacía las compras en línea también ha impactado en la dinámica de las tiendas físicas durante el Black Friday. Aunque las multitudes pueden seguir llenando las calles comerciales, el incremento en las transacciones electrónicas sugiere que la experiencia de compra está evolucionando hacia un formato más digital y centrado en el consumidor.

Además, el «Cyber Monday», el lunes después del Black Friday, ha consolidado su posición como un día destacado para las compras online, extendiendo la temporada de ofertas y proporcionando a los consumidores más tiempo para explorar y aprovechar descuentos exclusivos en la web. ¿Quién no ha comprado un lunes desde su puesto de trabajo? Que levante la mano el que no lo ha hecho. Los lunes que nos levantamos con la resaca del finde, se mira de otra manera, si sabes que caerá algo y te haces un buen regalo.

Cada cual tiene su preferencia y todas son válidas, da igual que vayas a llenar las calles de Madrid y visitar tus tiendas favoritas o si lo prefieres, pilles un buen lugar en el sofá de tu casa, te arropes con la mantita, te frotes los pies con esos calcetos llenos de pelotillas (pero que son tus preferidos) y cojas la Tablet o el móvil para comprar en línea. Todo vale, pero con cabeza canallas, que no nos timen y recuerda, antes de que te ventiles toda la pasta de la tarjeta, deja algo para la mortadela para comprar en fin de mes.