· Te proponemos unos consejos para que consigas bajar algún kilo de más
· ¿Sabes de qué trata la dieta mediterránea?
«Redacción Canalla»
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Estas hasta los huevos de no perder peso? ¿Sigue esa barriguita dándote la coña cuando te pones esa camisa favorita que te crees superman, pero que te queda más prieta y los botones sufren más que Tamara Falcó con Iñigo Onieva en la isla de las tentaciones?
¿Estas hasta los ovarios ya que, tienes esos vaqueros que arrollas en los festivales, pero que los tienes en el armario de exposición porque no te entran? Tranquilos, todos estamos igual, no te sientas un extraterrestre.
La alimentación es uno de los pilares básicos de nuestra felicidad, cuanto mejor comas, más equilibrada y sana será tu vida y, por tanto, más feliz serás. El mundo actual nos incita a comer cada vez más alimentos preparados, envasados y procesados. Pero lo cierto es que esto no es comida y dista mucho de ser una opción saludable. Como consecuencia, cada vez sufrimos más alergias, intolerancias y trastornos. Además, tenemos poca energía, digestiones pesadas, descansamos mal e incluso afecta a nuestro estado de ánimo.
¡Todos queremos estar en forma! Por eso solemos recurrir a dietas que nos prometen resultados en pocas semanas o meses. Pero estas dietas tampoco son saludables porque no cambian nuestros hábitos alimenticios, sólo nos privan de ciertos alimentos durante un breve período de tiempo hasta que volvemos a comer de todo. Este cambio constante de dieta hace que nuestro metabolismo se resienta mucho, lo que dificulta la pérdida de peso permanente.
Entonces, ¿cómo podemos adelgazar sin hacernos daño? La respuesta está en cambiar nuestros hábitos alimentarios gradualmente para que podamos perder peso de forma permanente sin pasar hambre ni sentirnos privados. La clave del éxito está en cambiar estos hábitos de uno en uno.
En el artículo de hoy te traigo algunos consejos para que podamos bajar algún kilo de más, siempre siendo realistas, no te pongas objetivos inalcanzables, pues la caída que te darás es más fuerte y te desmotivarás muy pronto. Lo mejor es ir paso a paso, ir a por objetos pequeños pero que sean alcanzables.
Y es que, dentro de lo malo, estamos de suerte, vivimos en un país mediterráneo, esto hace que nuestra dieta sea rica en frutas, verduras, pescado y el oro líquido de nuestro país, nuestro famoso aceite de oliva…no dependemos de perritos calientes, y hamburguesas “fritangas” como en otros países, algo ya hemos ganado. La dieta mediterránea es una de las dietas más famosas del mundo, se ha demostrado que ayuda a perder peso y previene las enfermedades cardiovasculares.
Si no estamos a fin de mes con el agua hasta el cuello, ya que los precios están disparados, podemos permitirnos comprar alimentos ricos, como por ejemplo pescado, carne (poco roja por favor), frutas, verduras…pero te preguntarás, ¿cuáles?,
Nuestros expertos nos dan las pautas…
Nos recomiendan comer pescado dos veces por semana (o más a menudo, si puedes), el pescado tiene menos grasa que otras carnes, por lo que es mejor para la salud de tu corazón y también para tu cintura. Come frutas y verduras en cada comida. Son bajas en calorías, pero también están repletas de fibra. Así que te llenarán sin añadir kilos.
Beber vino con moderación (no más de dos vasos al día). El vino está lleno de antioxidantes que combaten los radicales libres -las sustancias químicas nocivas que causan el envejecimiento y las enfermedades- y los estudios han demostrado que beber vino con regularidad puede ayudar a prevenir el cáncer. Pero no nos pasemos ojo.
Podemos añadir en la dieta mediterránea además de frutas y verduras, cereales integrales, pescado, pollo, y frutos secos. Y, según investigaciones de la Facultad de Medicina de Harvard y otras instituciones, puede ayudar a mantener el peso a raya y reducir el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad, como diabetes y cardiopatías.
Especialistas nos proponen lo siguiente: hacer una lista de los alimentos que te hacen sentir bien y feliz. No te olvides de ningún alimento, ya sea dulce o salado, crudo o cocinado. No importa si es algo sencillo como una manzana o algo más elaborado como lasaña con pan de ajo. Lo más importante es que te haga sentir bien.
Ahora vamos a trabajar en el lado opuesto de la lista: aquellos alimentos que nos hacen sentir mal e infelices. Suelen ser alimentos que ingerimos en exceso en forma de comida basura y productos procesados. No te avergüences si esta lista tiene más de un elemento, ¡pero tampoco dejes nada fuera!
Ahora en ese listado que has hecho, quédate con la mitad de alimentos que son buenos para tu salud y la otra mitad, que no son tan buenos. Puedes alternarlos e intentando ir quitando alguno del listado malo y aumentar alguno más del bueno, de esta manera, podrás ir mejorando tu alimentación sin grandes sacrificios.
Una buena manera de premiarnos es, saltarte algún día el comer bien, podemos hacerlo en finde, es cuando más compromisos lúdicos tenemos y más fiestas acudimos, eso sí, no nos pasemos, haber si vamos a echar por tierra todo lo que hemos ido consiguiendo durante la semana, no hace falta que te metas un homenaje tipo romano, comiendo todo lo que encuentres. Con un poco de cabeza se puede conseguir.
Lo que tenemos que tener claro es que, tenemos que sentirnos bien por dentro, sin prejuicios, sin complejos, cada ser tiene su aura especial y no por tener algún kilo de más o por ser gordos, no vamos a dejar de gustar a nuestro target de mercado que tengamos en la sociedad. Así que no te obsesiones por esa cinturita, observar la cintura que tiene Shakira, y aun así es una “loba herida”, así que tómatelo con humor.
Ya que has leído todo el artículo, si te interesa te dejo aquí abajo una ponencia del nutricionista Aitor Sánchez, es interesante lo que dice.
