28 de febrero es la fecha que la artista estrena su documental «Metamorfosis».


Siempre se ha dicho que «el dinero lo es todo«. Que con pasta puedes comprar lo que quieras, el mejor coche, la casa pagada (adiós hipoteca), viajar donde te dé la gana y, en definitiva, tener una vida de ensueño. ¿O no? Pues parece que no, porque esta semana se ha puesto sobre la mesa un tema que sigue siendo tabú: la salud mental.

Aitana ha decidido hablar alto y claro sobre lo que le ha pasado. En varias entrevistas recientes, como en La Revuelta o El Mundo, la artista confesó que, a pesar de tenerlo todo –una agenda apretada de conciertos, colaboraciones con grandes artistas, la posibilidad de recorrer el mundo sin preocuparse por nada–, había días en los que simplemente no podía levantarse de la cama. Días en los que las lágrimas aparecían sin previo aviso, en los momentos más cotidianos. Y esto nos suena a más de uno.

Porque sí, amigos, la vida es un poco cabrona a veces. Puedes tener fama, dinero, una legión de fans, apoyo de la familia y los amigos, y aun así sentirte atrapado en un pozo del que parece imposible salir. Aitana lo ha vivido en su propia piel, y ha tenido el valor de decirlo en voz alta. Porque no, esto no solo les pasa a los que tienen trabajos precarios o a quienes luchan para llegar a fin de mes. La salud mental no distingue de cuentas bancarias ni de seguidores en redes sociales.

La salud mental no tiene edad ni precio

Aitana no es la primera ni será la última en hacer visible este problema. La depresión, la ansiedad y otros trastornos de salud mental afectan a adolescentes, adultos, famosos y gente de a pie por igual. Y aunque muchos sigan pensando que “con dinero se soluciona todo”, lo cierto es que no hay billete en el mundo que cure la tristeza crónica.

Por eso, la cantante ha dado un paso más allá. En su próximo documental para Netflix llamado Metamorfosis, compuesto por ocho episodios, Aitana se muestra sin filtros y habla de su vida más allá del escenario. No todo es luces, alfombras rojas y éxitos. También hay sombras, inseguridades y batallas internas que no siempre se ven desde fuera. Porque las redes sociales y los focos engañan. La sonrisa de una foto no siempre refleja la realidad de quien está detrás de la pantalla.

La felicidad no está en la cuenta bancaria

Y aquí es donde nos paramos a reflexionar. Mientras unos no tienen para pagar el alquiler, otros luchan por enfermedades realmente duras, o simplemente por llegar a fin de mes, resulta que hay artistas con todo el éxito del mundo que se sienten igual de vacíos. ¿Cómo puede ser? Pues porque la felicidad no siempre va de tener cosas, sino de cómo te sientes por dentro.

Esto no significa que haya que minimizar los problemas de nadie. Cada batalla es válida y cada uno tiene derecho a sentirse mal por sus propios motivos. Pero sí es un recordatorio de que el dinero no es el boleto dorado a la paz mental. Puedes vivir en una mansión y sentirte solo, o tener una vida sencilla y ser más feliz que una perdiz.

Si estás en un bache, esto también pasará

Canallas, si estáis en un momento jodido, que sepáis que no estáis solos. Sí, suena a cliché, pero es la verdad. No tiene fecha de caducidad, pero con esfuerzo y ayuda, se puede salir adelante. La mierda en la que estás metido hoy no define el resto de tu vida. Y cuando salgas de ahí, acuérdate de este artículo y de que todo lo malo también pasa.

Mucho ánimo, y si necesitas ayuda, no dudes en pedirla. Porque pedir ayuda también es de valientes.