Esto no es solo un artículo sobre continuaciones de libros, canónicas (o autorizadas), o continuación bizarras.
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«Por Rulo»
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1. El último anillo – De Kiril Yeskov
A qué no sabían que existe una continuación de El señor de los anillos no canónica, ni autorizada por los herederos de Tolkien? Yo tampoco, lo descubrí hace poco.
Es la visión orca de la historia que todos conocemos. Los nombres están cambiados, ya que carece de licencias, pero tiene su gracia ver escrito Aramir, en vez de Faramir, Altagorn en lugar de Aragorn, Gandrelf en vez de Galdalf. Recuerden, es otra visión. No es algo personal.

2. La segunda vida de Anita Ozores – Ramón Tamames
Los que hayan leído La Regenta (espero que todos), seguro que recuerdan como acaba. Ana Ozores (La Regenta) convirtiéndose en una paria. Pues bien, Tamames en el año 2002 dijo, sujétame el cubata, y mandó a Ana Ozores a Madrid, y la sitúa en pleno Madrid literario de S. XIX. Con Cánovas del Castillo como nuevo amor. «Con dos cojones». Sí, señor.
Aún no he tenido el placer de leer esta novela, y como amante de la literatura del S. XIX, prometo leerlo. Algún día. Ya si eso.

3. The starlight barking – Doodie Smith
Esta continuación tiene un poquito de trampa. Está escrita por la misma autora que la obra original, o la secuela. 101 dálmatas, sí, han leído bien. 101 DÁLMATAS, en 1967.
La he incluido en este artículo por el argumento. Ahora me entenderán.
En 101 dálmatas, todo acaba bien, los dálmatas son rescatados, y comieron perdices. Esta continuación empieza al día siguiente. La historia cuenta que al día siguiente, cuando los dálmatas se despiertan, se dan cuenta de que los humanos no se pueden despertar. Ninguno. Y mientras intentan averiguar qué ha pasado, se enrolan en un viaje que incluso les lleva al espacio. Inclasificable. Lamento decir que no existe traducción al español. «Oh, qué lástima».

4. 2ª parte de Don Quijote de la Mancha – Alonso de Avellaneda
Era el año 1605 de nuestro señor, y se publica el libro más importante, ya no solo de la literatura española, sino de la literatura mundial, el segundo libro más traducido de la historia.
Como es supuesto, tiene un éxito sin parangón. Las gentes hacían cola en las fnac de la época, también llamadas editoriales, para poder comprarlo. Pero Juan de la Cosa tenía el monopolio. Los que adoran los libros de caballería lo idolatran, los que detestan los libros de caballería lo veneran. Y como es normal, todo el mundo quiere saber más de las aventuras del Hidalgo Alonso Quijano.
Cervantes se niega a escribir la segunda parte, y quiere tener ese mismo éxito con sus demás escritos, sobre todo con el teatro, pero no lo consigue. Pero «nanay» de habana, no escribe la segunda parte, así que un vecino, de Tordesillas, usando un pseudónimo, Alonso de Avellaneda, escribe la segunda parte de El Quijote, en 1614, con un éxito bastante importante, que obliga a una segunda edición en ese mismo año.
Este éxito hizo que nuestro querido alcalaíno preferido, acelere la escritura de la verdadera segunda parte del Quijote, que ya estaba escribiendo, pero en secreto. Esta segunda parte se publica en 1615, dejando el Quijote de Avellaneda como un quijote apócrifo, o simplemente como El Quijote de Avellaneda. Esta “trilogía” no canónica es digna de mención. La obra original es La narración de Arthur Gordon Pym de Poe. Una de las pocas novelas que escribió Poe, ya que lo que más hizo fue escribir relatos de terror.
A Julio Verne le gustó tanto la novela, es tan divertida, aventurera, que escribió una continuación, La Esfinge de los hielos. Sé que cuando se nombra a Julio Verne, automáticamente viene a la cabeza De la Tierra a la Luna, La vuelta al mundo en 80 días, o incluso 20.000 leguas de viaje submarino, pero desde aquí quiero hacer una defensa a Julio Verne, un autor infravalorado, y encasillado en un autor juvenil, cuando no es para nada eso. Háganse un favor y lean esta novela, o La isla misteriosa, o París en el S. XX, o un pequeño relato llamado En el siglo XXIX: la jornada de un periodista americano en el 2889.
Pero no contento con esto, otro maravilloso escritor, pero con un estilo totalmente diferente, escribió otra continuación de la obra de Poe, y no podía ser otro que el extraordinario H. P. Lovecraft y su obra magnífica “En las montañas de la locura”. No será la última vez que Lovecraft aparezca en esta serie de artículos. Quien más haya leído a Lovecraft sabe de su tono gótico, de ciencia ficción cosmológica, y justo en esta obra, y solo por la inspiración de una palabra del original, (Tekeli – li) crea toda una mitología propia; Los mitos de Cthulhu. Lo siento, les tengo que recomendar las tres novelas. Soberbias. Aterradoras por igual. Y si, preciosas.


5. El regreso de Peter Pan – Vicente Muñoz Puelles
Tenemos que hablar de Peter Pan. Pero no de la obra atemporal de Barrie, sino de todo lo que significa, pero como no tengo tiempo, y me tengo que hacer la permanente, le voy a hablar lo justo de esta obra.
¿Sabían que existe una continuación escrita por un autor español? Pues sí, existe.
En esta novela, ambientado en la II Guerra Mundial, Hitler descubre el País de Nunca Jamás, y quiere invadirlo, y hasta aquí puedo leer,… Es más, hasta aquí pude leer, qué barbaridad.
No sé si quiero saber más. Les prometo que si un día, en mi ruta de librerías de 2ª mano de Madrid, la encuentro, la leeré, y les contaré.

Y sin más, me despido. Espero que les haya gustado, y que les haya creado una necesidad de leer alguno de estos libros. En breve tendrán la segunda parte, pero esta vez de sí de continuaciones autorizadas, más o menos.
Nos vemos en los libros.