· Quieres saber más de los premios Goya, en este artículo, te contamos los secretos.
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«Por Rulo»
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En Madridcanalla somos vanguardia, no escribimos de Los Goya antes de los premios, o justo al día siguiente, no. Escribimos de Los Goya cuando hace una semana se fallaron, ¿por qué? Porque sí, porque nosotros lo valemos. Ea.
Dicho sea de paso, no me gustan especialmente los premios, se dejan de lado buenas películas que no han tenido repercusión (este mismo año, creo que una nominación a Álvaro Cervantes por 42 segundos, si se hubiera merecido, en el año 2019, una nominación a Carlos Santos y a Miguel Ángel Muñoz por El Crack Cero, qué menos), pero bueno, hemos venido a jugar.
Personalmente me alegró mucho de los premios concedidos a As Bestas, soy muy fan de Rodrigo Sorogoyen, y me pasa lo mismo que con Rodrigo Cortés, he tenido la suerte de ver todas sus películas en cines (las que se han estrenado en cines, claro). Y estos dos pedazos de directores se han convertido en dos de mis directores favoritos del cine español (otra injusticia de Los Goya, El amor en su lugar no estuvo ni nominada, pero ganó en los premio Feroz mejor dirección… no tengo más preguntas, señoría)
Lo de Luis Zahera es de traca, pedazo de actor. Un premio más que cantado, muy merecido, desde Madridcanalla te decimos Luis Zahera, dedícate al cine, porque se te da realmente bien.
El premio de Denis Ménochet me hizo gritar, cómo me alegré. Pedazo de actuación. Contenida, rabiosa, descarada, este Denis es un sinvergüenza.
Desde aquí tengo que reconocer que aún no he visto Cinco lobitos, soy un llorón, y creo que me voy a deshidratar viendo esta película, aun no estoy preparado, pero creo que el Goya a Laia Acosta es más que merecido, yo había apostado por Bárbara Lennie, que me flipa, pero oye, ni tan mal.
Hubo un Goya especial para mí, el de mejor canción, para Leiva y Sabina. Lo confieso soy un fan acérrimo de Sabina, de él me gustan hasta los andares, el documental me gustó mucho.
Y cómo olvidar el Goya de honor para Carlos Saura, director de directores, mucho de los directores actuales le deben tanto a Saura, (Tarde para la ira de Raúl Arévalo recuerda mucho a El 7º día, sin ¡Ay, Carmela¡ nunca podría haber existido Pájaros de papel de Emilio Aragón), la mala suerte hizo que muriera justo unos días antes del aplauso unánime que le iba a dar España entera.

Es la quinta vez que he visto la ceremonia entera, normalmente me aburre bastante, pero unos amigos y yo estuvimos comentándola por Whatsapp, y oye, me lo pasé chupi calavera, pero desde aquí les digo, no cuenten conmigo para los Óscar, yo hasta las 7 de la mañana no me quedo, pero a cambio, en los próximos días, analizamos los nominados. Y les digo mis apuestas. Los comentarios que hicimos son irreproducibles, pero el más descarado fue… ¿Los Goya son de chocolate? Y sobre todo… ¿Y los presentadores? ¿Tanto bombo con Antonio de la Torre y Clara Lago para que solo aparecieran 10 minutos? Para eso que no se nombren presentadores. Una voz en off anunciando quienes entregan los premios, y a funcionar.

Y ahora, cuando ya no queda nadie leyendo este artículo, me voy a quedar a gusto.
Soy muy fan del cine español, sé que hay películas que no merecen las subvenciones que se otorgan, en cambio se quedan en el tintero proyectos realmente interesantes, pero en rasgos generales, el cine español tiene una calidad muy alta. Estos años he disfrutado como un enano, (como mi hijo cuando lo llevo al cine, y que ni pestañea) con películas como Dolor y Gloria, A cambio de nada, Concursante, Mar adentro, El reino, La isla mínima, Azuloscurocasinegro, El Crack Cero, Celda 211, etc… No todo es Guerra Civil, ni cine social, ni No a la guerra, ni torrentes, es todo es esto y mucho más.
El cine francés es soberbio, el cine coreano, ahora tan de moda, es muy bueno, El reino Unido hace un cine soberbio, (no todo el cine es de Inglaterra, Irlanda tiene a Jim Sheridan)
Veamos cine en los cines, sin mirar antes la bandera. Disfrutemos de esa sala a oscuras, palomitas quien quiera, y dejémonos llevar. El cine es como la vida, habrá decepciones, cambios de parecer, sueño, lágrimas, pero el cine es magia. Desde aquí hasta Pernambuco.