· Esta Comarca tan poco conocida, esconde lugares increíbles, en el artículo te descubrimos los rincones más sorprendentes para que no te pierdas nada.
· Tratamos rincones como Valderrobles, Calaceite, Beceite, Cretas…
«Por Daniel García»
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A veces un descansito está bien. Nos encanta Madrid, con sus más y sus menos. Como todo. Pero sí es verdad que el olor del metro y el ruido de las obras en cada esquina puede llegar a resultar cansino.
Necesitamos algo de verde en nuestra vida. Una salida que nos haga desconectar de todo el bullicio que tenemos día sí y día también.
¿Te dice algo el nombre de Matarraña? Si no, déjame decirte una cosa: no sabes lo que te pierdes. Pero no pasa nada, porque para eso hemos hecho esta lista de sitios a los que ir en esta idílica comarca aragonesa.
Valderrobres
Sin duda alguna, uno de los pueblos más bonitos y con más encanto de toda España; al igual que de los más importantes de la comarca. Las vistas que tiene desde su puente a orillas del río Matarraña son indescriptibles. Una vez lo atravesamos y cruzamos el Portal de San Roque, llegamos a todo lo que nos ofrece su casco antiguo. El castillo medieval, su Plaza España, su iglesia y por supuesto el encanto de sus calles dotan al pueblo de una personalidad tremenda.

Calaceite
La casa de José Donoso. Es posible que ese nombre no te suene, pero fijo que si conoces a Vargas Llosa, García Márquez, Ana María Moix… Todas estas grandes figuras literarias caminaron por las calles de Calaceite. Por algo se le llama al pueblo como la capital cultural de Matarraña.
Podemos hablar de su arquitectura, de su iglesia barroca, etc. Pero si hay algo por lo que destaca es por sus yacimientos. En esta localidad podremos visitar dos poblados íberos: el de San Antonio y el de Tossal Redó.



Beceite
Las montañas verdes envuelven a este pequeño pueblo de la comarca. Está a nada de Valderrobres. No sólo tiene el mismo encanto medieval, sino que además está lleno de actividades que hacer. La naturaleza que rodea a la localidad es única, y podemos disfrutar de un montón de excursiones. Podemos comentarte algunas de ellas, como visitar el Pantano de Pena o las Pozas de la Pesquera. Eso sí, tienes que ver sus piscinas naturales. No te lo vamos a negar, tiene pinta de que el agua está fresquita. Pero cómo no te van a entrar las ganas de darte un chapuzón rodeado de ese paisaje.
Además, aquí podremos encontrar algunas muestras del arte rupestre levantino, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Las pinturas de La Fenellassa están situadas en los puertos de la localidad, en medio de las montañas y los pinos.



Cretas
Matarraña tiene municipios con un gran legado arqueológico. Ya lo hemos visto antes con Beceite. Y Cretas no es para menos.
El pueblo está situado en el barranco de Calapatá. En él se han encontrado numerosos restos arqueológicos: pinturas, cerámicas, etc. Pero oye, que tienes para elegir, porque tiene tanto restos prehistóricos como romanos. Además, podrás disfrutar del encanto de las propias calles del pueblo. La arquitectura tiene ese estilo gótico tan típico de la comarca y de los pueblos de alrededor.
Mazaleón
Vete preparando algo de calzado cómodo, porque si no, no sabes lo que te pierdes. Mazaleón queda cerca de Calaceite. Entre ambos pueblos existe una ruta que comienza desde el propio río Matarraña. El recorrido sigue el curso del Val de Calaceite para acabar en el Val de Mazaleón. Podremos caminar entre la naturaleza y algunos cultivos locales de olivos y almendros. Pero oye, no te creas que te vas a hacer la ruta en media hora. No, no. Esta dura aproximadamente unas 4 horas.
Tranqui, que también tienes otras cosas que hacer aquí. Cómo perderte por sus calles medievales o visitar el poblado preibérico de San Cristóbal, a orillas del río.

Salt de la Portellada
Siempre está por ahí el listillo que decide no ir a un sitio porque no tiene playa. Nosotros, que somos de interior, decimos en voz alta: ¿quién la necesita? Esto lo saben bien en la comarca.
La mezcla perfecta entre unas vistas de lujo y un bañito. El río Tastavins crea una cascada de unos 20 metros para depositar sus aguas turquesas en una poza en la que podremos bañarnos. De nuevo, que se abstengan los que solamente se bañan en caldo. Aunque no hace falta entrar en la poza para poder admirar el paisaje natural de la zona. La mejor época para venir aquí es verano, porque a ver quién es el valiente que se mete ahí en diciembre.

Esperemos que con este pequeño repaso de algunos de los tantos sitios guays que tiene Matarraña, te anime a dar a la comarca una oportunidad. Que, si no, tú te lo pierdes, vaya. Ya va siendo hora de respirar algo de aire puro durante unos días y de disfrutar con todo lo que tiene que ofrecernos. Venga, ya estás tardando en marcarte en el calendario tus días libres para hacer esta gran escapada.
