Crónica de un Sonorama Épico, lo Que pasa en el Sonorama, se queda en la historia.


¡Vaya pedazo de experiencia que ha sido el Sonorama Ribera 2024! Después de vivir intensamente los primeros días, el viernes llegó como un vendaval que no solo nos sacudió el cuerpo, sino también el alma. Porque, amigos, lo que vivimos durante el fin de semana en Aranda de Duero no se puede comparar con nada. Esto no es solo un festival; es una catarsis colectiva, una explosión de emociones que nos mantiene al filo desde que amanece hasta bien entrada la madrugada. Así que preparaos para un relato que hará justicia a lo vivido, porque aquí se viene a contar todo: lo bueno, lo épico y lo inolvidable. Aquí no vale decir lo de «Lo que pasó en Aranda, se queda en Aranda»…

Viernes: El calor no es suficiente para frenarnos

El viernes, despertamos con ganas de seguir quemando zapatilla, a pesar de que el cansancio empezaba a hacer mella. Pero, ¿qué sería de un buen festival sin esas ojeras de superviviente y ese dolor de pies que te recuerda que estás vivo? Por supuesto, lo primero fue un buen desayuno para cargar las pilas. Sabíamos que nos esperaba un día largo, así que nos armamos con gorra, gafas de sol y crema solar, y nos lanzamos de nuevo a la Plaza del Trigo, ese punto neurálgico del Sonorama que ya se siente como una segunda casa. Cuatro días y medio de calor abrasador, sí, pero también de noches refrescantes que nos daban un respiro. ¡Bendita brisa de Aranda!

La jornada del viernes arrancó en la Plaza del Trigo con actuaciones que no dejaron a nadie indiferente. Miriam Rodríguez, Merino y Karavana demostraron que la nueva ola de artistas está aquí para quedarse, y vaya si lo hicieron. Pero lo que de verdad nos dejó con la boca abierta fue la gran sorpresa del día: Supersubmarina subiendo al escenario. El festival les rindió un homenaje tan sentido como inesperado, desvelando un banco en la Plaza del Trigo que llevará su nombre para la posteridad. Ver a la banda tan emocionada, mientras la multitud coreaba “Supersubmarina” y se destapaba el banco, fue un momento de esos que se quedan grabados en la memoria para siempre. Como si eso no fuera suficiente, Pignoise, el grupo sorpresa de la jornada, nos transportó directamente a los años 2000 con sus temas más emblemáticos, y no hubo ni una sola persona que no gritara “Estoy enfermo” a pleno pulmón.

Mientras tanto, el escenario Plaza la Sal Vibra Mahou no se quedaba atrás. Los asistentes disfrutaron de una mañana intensa con las actuaciones de Solo Carmen, Underwallace, Nuevo Berlín, Juanita Dinamita, Superframe, y un cierre a cargo de Peredius y Peje que dejó a todos con la boca abierta. En el escenario Charco, por su parte, los sonidos se diversificaron con artistas como Mamá Vudú, DrefQuila, Miniño, Bulego, Carlos Ares y Calizo, que llenaron el espacio de energía y buen rollo. El ambiente era inmejorable: risas, abrazos, cervezas en mano y un público completamente entregado.

Ya entrada la tarde, el recinto del Sonorama Ribera abrió sus puertas con la nostalgia a flor de piel. A las 19:00h, en el escenario Ribera del Duero, Despistaos nos llevó de vuelta a esos años en los que descubrimos que la vida es una mezcla de acordes y letras que lo cambian todo. La emoción seguía subiendo en el escenario Aranda, donde se rindió homenaje a Antonio Vega, con versiones de sus temas más icónicos que pusieron la piel de gallina a más de uno. Pero la noche tenía reservados grandes momentos: Funzo & Baby Loud, que se despedían del Sonorama con su último concierto antes de la separación, dejaron claro por qué se han ganado un lugar en el corazón de tantos. Coque Malla, Sen Senra y Sexy Zebras fueron subiendo la temperatura musical hasta llegar al gran cierre de We Are Not DJ’s, que transformaron la noche en una auténtica fiesta.

El urbano no se quedó atrás en el escenario Tierra de Sabor, con actuaciones de Lia Kali, Paula Cendejas, Marina Reche, y Los Zigarros, que encendieron al público con su energía imparable. Niña Polaca y Billy Flamingos terminaron de redondear una jornada que no dio tregua. Y mientras todo esto ocurría, en el escenario AFMCYL, artistas como Eva McBel, Valira, Queralt Lahoz, Pole, La Gusana Ciega, Peces Raros y Chill Mafia demostraron que la variedad musical es uno de los grandes atractivos de este festival.

Pero si nos dejáis dar nuestra opinión, para Madridcanalla, el que puso «patas arriba» esa noche el Sonorama fue, Mikel de Izal. Vaya conciertazo se pegó el amigo, aun estando lesionado por una rotura de menisco, Mikel vibró en el escenario, un ambientazo brutal, donde no se cansó de tocar temazos como «Paraíso«, «Copacabana«…Fue todo un lujo presenciar dicho espectáculo, con el Batería que dio un recital de breaks que hizo retumbar el escenario.

En la zona de prensa, seguimos conociendo a más gente. Coincidimos con la voz de la banda Marsella, Germán un tío con clase pero humilde, nos sugirió que fuéramos a verles, tocaban al día siguiente en uno de los escenarios de Aranda a las 13.30h, nosotros nos comprometimos y cuando damos nuestra palabra allí que estuvimos. Una banda muy recomendable para ver y que les auguramos un futuro prometedor. También en la sala de ruedas de prensa coincidimos con colegas e intercambiamos números de teléfono. El Sonorama es ya como si fuera nuestra casa.

Sábado: El día brutal

El sábado amaneció con la misma intensidad, y la Plaza del Trigo volvió a ser el epicentro del festival. El ambiente era eléctrico desde primera hora, con las actuaciones de Carmen 113, Claim y Andreew, que pusieron a todos en pie desde el primer acorde. Pero la sorpresa del día fue OBK, quienes cerraron la jornada en la plaza con un show que hizo saltar hasta al más cansado.

En el escenario Plaza la Sal Vibra Mahou, el ritmo no bajó ni un segundo con las actuaciones de Lady Banana, Venus Astra, Mapa y Lunáticos, que dieron paso a un cierre apoteósico de Fiesta Polenta. Por otro lado, el escenario Charco se convirtió en una pista de baile continua con Belen Natali, El Zar, Zoe Gotusso, Zuaraz, Guacamayo y Disidente, que ofrecieron una diversidad de estilos que mantuvieron a todos bailando hasta que no quedó energía.

Pero el plato fuerte del día se sirvió en el recinto. A las 19:00h, Nunatak abrió el escenario Ribera del Duero, seguido de actuaciones que no dejaron indiferente a nadie. Álvaro de Luna, Rozalén y La Casa Azul mantuvieron el nivel bien alto, pero el momento más esperado llegó con Hombres G en el escenario Aranda. La nostalgia se apoderó del festival cuando sonaron clásicos como “Devuélveme a mi chica”, “El ataque de las chicas cocodrilo” o “Voy a pasármelo bien”. La conexión entre la banda y el público fue total, y cada canción se coreó como si fuera la última. Tras ellos, Macaco con su “Moving” y Varry Brava terminaron de prender la noche, dejando claro que el Sonorama es sinónimo de pura energía. Presenciamos la rueda de prensa de Hombres G, la tenéis en nuestro perfil de Youtube.

El escenario Tierra de Sabor también fue testigo de grandes momentos, con las actuaciones de Dollar Selmouni, Paula Mattheus, La Sonrisa de Julia, Miranda!, Casino Montreal y Venturi, que mantuvieron el ambiente cargado de buen rollo y grandes canciones. En paralelo, el escenario AFMCYL se convirtió en una fábrica de hits con Jordana B, Jet Vesper, Apartamentos Acapulco, Pol Granch, Levitants, Delaporte y Joven Dolores, que dejaron el listón altísimo. Y, por supuesto, no podemos olvidar el Escenario Comedia / Dance Hall, donde el baile fue protagonista con D-John, Alex Curreya B2B Mr. Cong, Fat Gordon y David Kano.

Domingo: Un cierre memorable para el Sonorama Ribera 2024

Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos al domingo. El cansancio era evidente, pero las ganas de exprimir hasta el último minuto del Sonorama Ribera nos mantuvieron en pie. La Plaza del Trigo volvió a ser el lugar de encuentro, y el día arrancó con las actuaciones de Gara Durán, (que la noche anterior estuvimos de copas con el batería y el bajista) Marwan y Los Eclipses, quienes pusieron el broche de oro a una semana que se quedará grabada en nuestra memoria. Pero lo que nadie esperaba era quién sería el grupo sorpresa, pues si señorxs fue la banda Sidecars, tocaron sus temazos para dar fin al Sonorama de este año.

La voz de Sidecars

El Sonorama Ribera 2024 ha sido mucho más que un festival. Ha sido un viaje emocional que nos ha llevado desde la euforia más desbordante hasta las lágrimas de nostalgia, pasando por momentos de pura diversión y conexión humana. 145.000 almas sonorámicas se han unido para celebrar la vida, la música y todo lo que hay en medio. Y aunque cada edición del Sonorama deja instantes inolvidables, este año hemos vivido momentos que ya son parte de la historia de la música en España.

Desde Madridcanalla queremos hacer una gran mención al Director del festival Sonorama, Javier Ajenjo que tuvimos la ocasión de conocer y hablar con él, un tío cercano y humilde, en el que sin su ayuda no hubiésemos podido hacer este sueño realidad. También a Lucía de Comunicación sin vuestra ayuda no hubiésemos podido conocer a tantos colegas de la música. ¡GRACIAS! El año que viene nos vemos allí.

Javier Ajenjo con Madridcanalla (Director del Sonorama Ribera)