– Hace ya más de 100 años que uno de los reyes más vituperado de la historia de España dio el primer piquetazo que abrió el camino para la construcción de una de las calles más loadas de Madrid.
– Nos referimos a Gran Vía, seno de algunos de los edificios más relevantes de la ciudad y una de las calles más visitadas y transitadas.
«Por Julia de Jesús»
Este símbolo de la capital nos ofrece un amplio abanico de actividades, y por si no te apetece quedarte el viernes por la tarde en casa reprendiendo a los tertulianos de Sálvame, te proponemos alguna de ellas.
Está de moda visitar países extranjeros y después de las vacaciones regresar a España para contarle a nuestros cuñados la experiencia a fin de despertar envidia o postearlas en instagram con una finalidad similar, pero pocas veces nos planteamos pasearnos por nuestra propia ciudad, una de las quince más visitadas en Europa según lonely planet. Así que te proponemos que pasees alguna vez por Gran Vía sin prisas y observando los edificios. En fin, lo contrario a lo que haces cuándo pasas todos los días de camino al trabajo enviándole un audio a tu jefe explicándole porque no tienes aún los documentos que te pidió el día anterior.
En caso de que no te decidas, te aconsejamos que te pases por el Real Oratorio del Caballero de Gracia, uno de los tres edificios respetados durante la misma creación de la calle (hablamos del proyecto trazado entre 1910 y 1931), y así por lo menos, puedes rezar algo para que Dios te bendiga y pilles a tu jefe de buenas. Este edificio se trata de una iglesia que se abre a un templo neoclásico. Y llama la atención debido a sus columnas, su bóveda y las tallas de la virgen del socorro que posee.
Si no te atrae tanto el estilo de basílica romana que esta iglesia tiene, puedes acudir a la parroquia de San José para contemplar su estilo arquitectónico y sus estatuas. Pasamos de un estilo más clásico al barroco madrileño. Una iglesia, también con bastante historia. Fue dónde Lope de Vega dio su primera misa tras ser ordenado sacerdote y terminó habitada por religiosos del Carmen Descalzo que Mendizábal expulsó por allá el 1836 cuándo decidió desamortizar sus propiedades antes de demolerse, construir el teatro Apolo y volver a deconstruirse para recuperar su faceta eclesiástica.
De la obra arquitectónica se destaca la fachada con sus tres entradas arqueadas, y adornándola se alza la estatua de la virgen del Carmen. Muchos de los tesoros de la iglesia se encuentran hoy en el Prado (Deberíamos estar agradecidos a que el Louvre o el British Museum no nos hayan saqueado, que ya tienen un historial haciéndose con restos arqueológicos ajenos) pero se han conservado en la iglesia algunos como la imagen del Cristo del desamparo, realizada por Alfonso de Mena en el siglo diecisiete, un San José del siglo dieciocho y las capillas barrocas.
A parte de los dos (tres, aunque la parroquia San Francisco de Borja finalmente fue derruida) edificios que decidieron respetar en este proyecto de creación de la Gran Vía a fin de “aliviar” el revuelto centro de la ciudad, se construyeron otros para los más escépticos y para aquellos que de niños les obligaban a ir a misa, hicieron la comunión vestidos de marinerito, y ahora no quieren tener nada que ver con ello.
Todos hemos tenido que mandar una postal a nuestro primo lejano a última hora para quedar bien, así que si eres de Madrid o has estado en la ciudad, seguro que te suena el edificio Metrópolis. Construido entre 1907 y 1910 sobre la casa ataúd, su primer propietario fue la compañía de seguros La Unión y Félix el español, aunque haya pertenecido a la aseguradora Metrópolis desde 1972 y ahora esté en proceso de remodelación para crear un hotel de lujo.
Se trata del edificio más eminente de la ciudad, con una altura de 45 metros. En su interior, dónde se situaban las oficinas de la empresa, era inaccesible al público y sigue estándolo por las obras. Aunque, se rumorea, que estas eran increíblemente elegantes, decoradas con muebles del siglo pasado. Quizás, en la redacción deberíamos intentar colarnos algún día haciéndonos pasar por personal de la obra, aunque por lo que a mi respecta, podemos esperar a que esté acabado el hotel y alojarnos un fin de semana. Con la intención de mejorar nuestro contenido, claro. La fachada exterior, visible para todo peatón, es de estilo neorrenacentista, que de hecho, sí que nos recuerda a ese arte del renacimiento italiano con sus construcciones y esculturas en mármol, sus columnas corintias y la cúpula con decoraciones de oro de 24 kilates. A veces no hay nada como volver a lo que siempre ha funcionado.
Este edificio brilla literamente con luz propia, y por la noche, 205 focos le otorgan esa luz. Si te preguntabas qué es esa escultura que corona la cúpula, te responderemos que se trata de la victoria alada, una mujer que simboliza el triunfo, quizás un guiño a la victoria de samotracia y a la misma diosa Atenea-Niké.
Como puedes ver, no tienes ninguna excusa para aburrirte un viernes por la tarde en Madrid y quedarte en tu casa gritándole al televisor mientras ves “Sálvame·”. A partir de ahora, puedes incluir el turismo en tus planes y hacer un poco de ejercicio mientras paseas y admiras la Gran Vía.
POR JULIA DE JESÚS