- ¿Sabes lo que es una Sugar Babie?
- Aunque os parezca extraño, es una forma de vida, tanto para mujeres, como para hombres
«Por Patricia Martínez»
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El boom de las sugar babies ha salpicado en la cara. Literalmente. Lo más fuerte de todo es que ya se veía venir desde hacía varios años y esa plataforma no ha hecho más que crecer. En una ocasión conocí a una sugar babie. Le hice todo tipo de preguntas y la tía, más maja que las pesetas, me respondió a todas las dudas más extravagantes que se me ocurrieron. Tengo que aclarar que ella llevaba unas copas de más. Y yo no las recuerdo. Pero lo más curioso era la naturalidad con la que trató el tema.
Le pagaba los estudios en la universidad, porque era tan millonario
En primer lugar, me contó el tipo de plataforma en la que puedes inscribirte. Resulta que existe como una red social en la que tú publicas tus mejores fotos (obviamente no las de la comunión) y hay gente que decide si ponerse en contacto contigo. Tú puedes elegir qué es lo que buscas y lo que no buscas. En una ocasión un hombre solo buscaba compañía por las tardes. A cambio, él le pagó el alquiler del piso donde vivió durante dos años. Ese a lo mejor solo requería dos tardes a la semana. Algo fácil.

Otro tío solo estaba buscando un poco de atención, de manta y cama. Ya sabes, darse masajes con final feliz. Pero eso no era todos los días, solo era cuando su mujer no estaba en la ciudad. A cambio él la pagaba todos los caprichos. Me contó que le compró cinco o seis bolsos en una marca tocha y cara, de esos Gucci exclusivos. A parte de gafas de sol, accesorios de oro y diamantes y no sé que más cosas carísimas. A mí casi se me caía la copa cuando me lo estaba contando.
También me contó que un chico joven tenía una vida frustrada en el sexo y que buscaba una chica que cumpliera todas sus fantasías. Me dijo que era algo raro, pero que al final le terminó cogiendo cariño. Este le pagaba los estudios en la universidad, porque era tan millonario que no sabía en qué gastarse el dinero.
Una vez le llegó una solicitud de un señor que tenía muchos eventos de lujo y que necesitaba a alguien de acompañante. Esto lo hizo durante tres años. El problema que el señor quería un chica de compañía para las noches frías y tenía ya sus entrados 70. Era muy bueno, me dijo. Este le dio tanto dinero que el banco llamó a la policía y tuvo que abrir un expediente. Pero el hombre movió hilos y quedó todo aclarado.
En definitiva, las sugar babies no son prostitutas. No se sienten como tal, tampoco son chicas de compañía a efectos prácticos, ya que no todos buscan mantener relaciones después de sus encuentros. Lo más importante de todo es el dinero. Y que muchos de esos hombres no saben cómo invertirlo o en qué gastarselo. A algunas chicas les vienen bien ya que necesitan pagar facturas y las hipotecas. Otras lo harán por diversión. Solo queda clara una cosa, mientras ambas partes estén de mutuo acuerdo, este negocio seguirá yendo viento en popa.