Os cuento mi historia real en Tinder.

«Por Redacción MadridCanalla»



Mi círculo de colegas algunos están entusiasmados, me dicen que no paran de ligar con la aplicación de Tinder. No me fio de ellos, hablo con mis amigas y me dicen lo mismo, ahora sí, de ellas sí que me fio. ¡Es el momento! Nos apretamos el cinturón, nos remangamos y vamos a por ello. Voy a hacerlo yo también. Me descargo la aplicación, mientras que se está descargando, ya estoy pensando en encontrar a mi media naranja (aunque no sea para toda la vida el amor, quizás sea por lo menos para un rato). ¡Listo! Aja, ya la tengo descargada en mi smarthphone. Aprieto los puños, “soy un puto crack” (me digo yo mismo). Me dice la aplicación que necesita más datos míos para saber cómo soy, intento no engañar demasiado, la estatura casi la que tengo, ¿pongo ojos azules? No, mejor pon los que tienes marrones, si, es verdad, soy del montón, pero mi esencia no la iguala nadie.

Tras estar veinte minutos tomándomelo muy en serio el tema, ahora me dice que suba mis mejores fotos, miro el carrete de mi móvil y pienso qué “mierda” de fotos tengo, una con la boca abierta, otra con mi abuela, otra en la playa que se me notan las chichas…En fin, consigo localizar esas fotos que tenemos en el móvil que parece que tenemos el guapo subido y que eres un tío gracioso. Subo finalmente las fotos, y la verdad, no me encuentro mal del todo.

Imagen: Tinder

¡Empieza la fiesta! Ya puedo swipear y dar like a chicas que me gusten, ¡de puta madre! esto va como la seda, al final tenían razón los colegas…tras dar unos 40 me gustas y algunas otras que no me hacían “tilín”, pienso, la próxima vez que abra la aplicación habré triunfado.

Pasan unos días, por fin recuerdo que tenía pendiente volver a meterme en la aplicación, para poder ver cuántas medias naranjas me habían dado like. Entro y NO, no puede ser, ¡había cero! Pero si había puesto mis mejores fotos con mi guapo subido, ¿qué ha podido pasar?

Con el tiempo, la aplicación y mis ilusiones, se fueron desvaneciendo quedando reflejado que la aplicación es una más de tantas, que te prometen ligar y solo es para unos pocos. Mi pregunta es, ¿soy tan feo? para que no me den like, ni tener un match de alguien. Tengo amigos mucho menos agraciados que yo, que están triunfando. Algunos me dicen que tengo que pasarme al perfil premium, revisan mis fotos, mi estado, me dicen que está todo okey. Les hago caso, me paso al premium, lo pongo para un mes, a ver si voy a estar comiendo chopé todo el mes, por conseguir un match.

Al cabo del mes, mi perfil sigue muerto, ha caído algún match, pero son perfiles falsos, nadie contesta en el chat. La fama de Tinder, se me ha caído al más puro estilo de desamor, por supuesto que no renové el perfil premium.

Al final lo mejor está en lo que ya conocemos y que mejor, que entablar una conversación face to face con esa chica que te mira a los ojos y que crees que le gustas. Este método viene de nuestros ancestros, habremos avanzado mucho en la tecnología, pero al final las cosas de toda la vida son las que triunfan. Viva los bares, las discotecas y los cafés, para poder conocer a chicas y a chicos que podremos gustar, sin tener que deslizar ni a derecha, ni a la izquierda.